[center]Rodolfo
Hombre,
creador inagotable,
error, perfección, incansable.
Faro en la oscuridad de mis naufragios,
espada lacerante en mis dedos,
bofetada acertada en la siesta
de mi humilde genio.
Dejaste tu huella de Quijote
en los campos de batalla
de los molinos de la mediocridad.
Me regalaste un camino,
una luz, un amigo.
Despertaste en mis entrañas
la necesidad de ser,
de hacer renacer el alma cada día.
Al Hombre, al padre,
al amante, al amigo,
al que la vida regaló la cruz y el bendito error
de hacer parir la perfección
a cada segundo entre sus manos.